Es un abuelete muy simpático y activo. Es muy sociable con las personas, le gusta seguirlas y que estén por él. Es un poco tragoncete, le encanta comer. Ha cogido un poco de miedo a algunos perros, y le cuesta salir de su zona de seguridad e integrarse en la vida del refugio. Por su edad, y por estos miedos, Canópolis no es el mejor lugar para él.
Llop espera la oportunidad que nunca ha tenido, y pasar sus últimos años en una familia que le muestre lo que es verdaderamente un hogar y sentirse querido. Es un perro muy noble y agradecido, aún tiene mucho que aportar.