Sofía fue encontrada en la calle en pésimas condiciones junto con sus 3 cachorros.
Su piel estaba totalmente pelada, cojeaba y tenía mucho miedo a la gente.
Se notaba que no había estado bien cuidada, quizá había vivido siempre en un campo o en una zona muy expuesta.
Hicimos pruebas para comprobar si tenía leishmania y fue positivo, y desde ese momento hemos estado tratándola y ha mejorado muchísimo.
Ha cambiado mucho desde que llegó, se ha convertido en una perrita simpática y confiada, poco le queda del miedo que tenía a la gente.
Busca mimos aunque aún se asusta si hacemos movimientos bruscos o cuando no conoce.
Con otros perros se lleva muy bien. Al principio estuvo con sus cachorros y demostró ser una súper mamá. Ahora, está en la jaula con una hembra y un macho y se han hecho inseparables. Sale de la jaula a jugar con el resto de perros, pero prefiere estar tumbada al sol.
Pasea bien con correa, le gusta salir a pasear y conocer zonas nuevas.