La preciosa Luisa es un amorcito de gata y vuelve a estar en adopción.
A la vuelta del veterinario siempre hay que tener cuidado cuando se les vuelve a juntar con los otros gatos con los que conviven ya que vienen con olores extraños y muy estresados y todo esto puede hacer que no se reconozcan ya que su vínculo de grupo se sostiene por medio del olor común. Hay que hacer unas pequeñas presentaciones de cero, y que se vean sin poderse tocar por medio de una celosía hasta estar seguros de que todo va bien.
Esto les pasó a Luisa y a su nueva hermana, tras la vuelta del veterinario se pelearon y su vínculo se ha roto a pesar de que lo han intentado empezando otra vez las presentaciones de cero muy despacito. Así que la pobre Luisa necesita volver a encontrar un hogar.
Tiene dos años y medio, test negativo a inmuno y leucemia, esterilizada, vacunada y desparasitada.