No se como ocurrió, pero un día estaba en mitad de la calle, no sabía donde ir y me refugié entre unos matorrales. Pero el hambre y la sed me obligaron a salir a pesar del miedo que tenía. Gracias a una mujer que me vió y se dió cuenta que yo era muy pequeña aún y casera, no debía estar allí y estaba en peligro. En LARA no dudaron en hacerme un sitio a pesar de que no tenían recursos, y ahora estoy aquí, asustada pero cogiendo confianza poco a poco. Ahora busco un hogar y una familia que me quieran y no me abandonen.
Conoces alguna?