Tanio llegó junto a sus dos hermanos, estaban abandonados en mitad de un campo y buscandose la vida. Llegaron siendo muy pequeños y fueron los tres adoptados, pero al poco tiempo devolvieron a Tanio porque la familia esperaba un bebé.
Tanio es simpático y bonachón, le gusta estar con la gente ya que estuvo en una casa. Cuando entramos a la gatera se frota contra nosotras ronroneando.
No tiene problema con otros gatos, convive en una gatera con más. Está acostumbrado a ver a los perros a través de la valla y le pica la curiosidad por ir a saludarlos.