Conozca a Choco. Cuando lo encontré tenía 5 semanas como mucho. Lloraba continuamente y según la señora que me informó, lo hacía desde hace días, su madre no estaba en ninguna parte. Tuvo mucha suerte de que lo encontraran, porque estaba en el jardín de un hotel que estaba cerrado por el estado de alarma. ¡Nadie fue allí!
Sufrió de parásitos intestinales que le causaron una gran hinchazón de estómago y diarrea. Evidentemente se había estado mordiendo su pequeña cola por la angustia que sufría haciéndola más corta de lo que ya era. Sus patas traseras estaban doloridas y sin pelo y su barriga estaba tan hinchada que no podíamos ver si era macho o hembra.
Ahora se siente mucho mejor. Su barriga no está tan hinchada, sus patas han curado, solo faltan un poco de pelo y está listo para ir a un nuevo hogar donde será cuidado con mucho amor. A pesar de las dificultades que sufrió en su juventud, está lleno de vida y le encanta que lo acaricien y jueguen con él. REALMENTE MERECE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD. ¿PODRÍAS SER TÚ QUIEN SE LA DIERA?