Moka se fue adoptada de cachorra, 7 años después volvió a la protectora, los que decían ser su familia nos indicaron que no podían seguir cuidándola porque eran mayores.
De eso hace ya 2 años, 2 largos años en los que Moka no ha tenido una oportunidad.
Pesa alrededor de 20 kilos y es una perra súper amorosa y que es féliz pasando el tiempo con todos los perretes y sobre todo con todas las personas, la encanta jugar a la pelota.