Princesa. Es de esos perros que no pierde la sonrisa, a pesar de todo. Tenía familia y la traicionó. Se deshizo de ella, como un juguete de que uno se cansa. La asociación Protectora @luchando_ppp tuvo que encargarse de ella y cuando llegó a la residencia estaba estresada y muy nerviosa.
Pero cuando un perro de nuevo encuentra la paz y los cuidados de gente que lo quiere, recupera su dignidad. Y su sonrisa.
Princesa solo necesita una adopción responsable para cerrar el círculo.