Nos parte el alma la tristeza de la mirada de ZATU. Nos parece muy injusto que sea un perro "invisible". Creemos que su vida no ha sido fácil, basta con la expresión de sus ojos, y con ver sus orejas y cola cortadas...
Por si eso fuera poco, vive en el chenil de una perrera y si no le ayudamos, tememos que no saldrá de allí. Le hemos prometido que no dejaremos que eso ocurra, estamos convencidos de que alguna familia maravillosa se fijará en él y le ofrecerá un hogar. Es de tamaño mediano, algo más grande que un labrador. En este momento está regordete por la falta de actividad, pero con una dieta equilibrada y ejercicio, recuperará su peso adecuado. Está en Madrid y se adopta con el protocolo veterinario realizado, incluida esterilización. Busca adopción responsable con contrato y seguimiento.