El pequeño Eros no llega al año de edad y ya ha tenido que ser rescatado del abandono cuando sus 'responsables' decidieron irse y dejar al animal encerrado dentro del piso, sin sustento ni posibilidad de escapar.
Pasaron días hasta que sus lloros alertaron a unas chicas que hicieron todo por rescatarle de su condena. Y desde entonces vive en ADAYA.
Eros ha llegado con muchísimo estrés y no lleva bien sentirse encerrado; pero ya estamos poniendo todo nuestro empeño en ayudarle a gestionarlo.
Cuando consigue relajarse un poco es un perro muy cariñoso que no duda en demostrarte su amor. Valora mucho la compañía, y las caricias en la base de la cola le gustan especialmente.
Necesitamos que entienda que aquí SÍ es importante, y que no volveremos a permitir que se vea solo, encerrado y temiendo por su vida.