Luna apareció abandonada cerca de una protectora de Cáceres. Cuando consiguieron rescatarla se dieron cuenta de las cicatrices profundas que tenía alrededor de su cuello. Permaneció un tiempo en esta protectora, pero al estar desbordada y sin recursos, pensaron que en Canópolis tendría más oportunidades de ser adoptada.

Luna es un amor de perra, cariñosa en extremo, muy simpática, sociable y muy tranquila. Al esterilizarla y hacer poco ejercicio, tiene tendencia a engordar. En el refugio, al vivir en semilibertad es difícil controlar su sobrepeso, por lo que sería ideal que Luna pudiese encontrar un hogar en el que pudiese dar buenos paseos y ser amada y cuidada como tanto se merece.