Poma fue recogida de la calle con mucho miedo. Parece haber pertenecido a un cazador y no haber recibido el cariño de su dueño. Todo eso ha quedado atrás y ahora buscaremos para ella una familia que le de todo el amor que merece.
Poma es miedosa con la gente pero cuando coge confianza, es cariñosa y muy buena. Su carita lo dice todo, es una mezcla entre miedo y ganas de empezar una nueva vida. Pasea bien con correa aunque también tiene miedo a eso.
Con otros perros no tiene problema, es muy sumisa. Los primeros días compartió jaula con una galga dominante que no la dejaba comer y tuvimos que cambiarla con otros perritos más sumisos. Con gatos es compatible, no parece que sea una buena cazadora.