Dixie fue encontrada en la basura un día de lluvia.
La encontramos en el contenedor, tirada como si fuese basura, solita, muerta de frío y de hambre...
Apenas tenía dos semanas de vida, y ha estado en casa de acogida desde ese momento.
Es una gordinflona, le encanta comer desde que era bien pequeña.
Es muy lista y obediente, reconoce perfectamente las ordenes, aunque a veces le cuesta un poco cumplirlas, y a aprendido a reconocer sonidos como el de la correa para pasear o el saquito de comida.
Ha compartido casa con otros dos perros adultos y la han enseñado mucho, se lleva de maravilla con ellos.
Con la gente es cariñosa y juguetona, no es una perrita a la que le guste estar en brazos mucho rato, solo cuando está cansada, si no, prefiere estar correteando por la casa y jugando con sus peluches y juguetes.