Kiara ha sido cedida por su propia familia, no sabemos que ha pasado para que no quieran seguir cuidandola, pero nosotros haremos lo posible para que encuentre un nuevo hogar.
Ha pasado de estar en una casa, a vivir en una jaula, y lo ha llevado bastante mal. Al principio no quería que la tocasemos, ni estar con otros perros. Compartió jaula con alguno y los atacaba por la comida. Además, al principio chillaba si le tocabas o intentabas ponerle una correa.

Lleva ya bastante tiempo con nosotros y esta actitud ha cambiado. Ha entendido que este es su nuevo hogar y se ha relajado. Entramos a su jaula y nos pide caricias, hemos descubierto que es una perrita muy cariñosa. Ya nos deja que le pongamos una correa y la saquemos a pasear.

Con otros perros se lleva regular, es un poco celosa y lo quiere todo para ella, así que el salir a pasear con ellos y tener que compartir mimos no le hace mucha gracia. Igualmente cada día mejora más, sale con los otros perros a jugar y se divierte con ellos.