Cacahuete fue encontrado en la calle junto con sus hermanos Avellana, Anacardo y Piñón. Tenían dos preciosas hermanas más pero han tenido mucha suerte y han sido adoptadas.

Los primero días tenían pánico a la gente. Nadie podría tocarlos porque se lanzaban a morder, lo que nos hace pensar que han tenido una mala experiencia con los humanos.
Con tiempo, delicadez, y mucha paciencia, hemos conseguido que sus miedos desaparezcan un poco, y, aunque aún está ahí, se dejan coger con facilidad.

No saben pasear con correa y ponérsela les supone pasar un mal rato, pero aprenderán a que para salir a pasear hay que llevarla puesta.

Cacahuete es el más gordinflón, nos planteamos separarlo de sus hermanos porque se puso muy gordito y no dejaba comer al resto. Ahora se han igualado y están más o menos igual de tamaño.

Quizá es el más asustadizo pero estamos trabajando mucho con él. No hay día que no lo cojamos en brazos y lo hinchemos a besos, así que cuando nos ve llegar corre hacia la puerta para saludarnos y que empiece la sesión de mimos.