Beco llegó al albergue junto a sus cuatro hermanos y su mamá, Beckie, una perrita de raza pequeña, aunque ellos creemos que de adultos serán medianos/grandes.
Los cachorros han nacido en la calle, llegaron llenos de pulgas y garrapatas y con un pánico muy grande a la gente. Los primeros días cuando nos asomabamos a la jaula todos se escondían. Poco a poco están ganando confianza, con salchichas y un paciencia estamos consiguiente que se acerquen a nosotros y coman de nuestra mano.
Creemos que han pasado mucha hambre, pues era ponerles la comida y se peleaban por ella, han tardado en entender que aquí nunca más les faltará de comer.
Beco es un perrito muy simpático y confiado, nos deja cogerlo y pasearlo con correa, aunque está aprendiendo y le da un poco de miedo.
Lo que necesitan estos cachorros es un familia que les de la confianza que necesitan para crecer sanos y felices.