Plomo fue encontrado en la calle, al principio estaba muy asustado pero poco a poco ha ido ganando confianza y ahora es un perrito feliz y simpático.
Con la gente es un poco bruto, se pone contento cuando nos ve y salta de un lado para el otro. Es cariñoso y le gustan los mimos, parece que el pobre no ha recibido muchos antes.
Con hembras se lleva bien, comparte jaula con una Rottweiler y se quieren mucho, no les importa comer del mismo sitio ni compartir sus cosas. Con machos no lo hemos probado.
Es un escapista, abre la puerta de su jaula y se sale a darse un paseo. Sabe pasear con la correa aunque va a lo loco por la emoción.