De mal vivir en la calle, de camada tras camada viendo a sus bebés morir, del frío y el hambre a un hogar lleno de calor y amor... Es lo que se merece esta preciosidad... Ya no está en la calle, no podíamos devolverla allí después de salvar a sus bebés...pero su acogida se acaba y necesita la paz y tranquilidad de un hogar para siempre. Es muy buena, cariñosa, tranquila... Calculamos que tiene unos ocho añitos, un pelo precioso, una catarata en un ojillo que no le afecta para nada, es negativo a inmunodeficiencia felina y negativo a leucemia felina y tiene un carácter maravilloso, parece mentira que haya sufrido tanto intentando sobrevivir. ¿Quieres ser la familia que le dé todo el amor que se merece?

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