Os presentamos al pequeño Robín, un gatito callejero o abandonado que tuvo la buena suerte de encontrar un alma caritativa que se apiadó de él cuando más lo necesitaba.
Se encontraba debajo de un coche, maullando, pidiendo ayuda, estaba solito y dolorido, de inmediato la chica que lo encontró lo llevo a la clínica veterinaria donde le diagnosticaron lo que tanto temíamos..
Robín tiene la cadera partida, de momento no se va a operar y vamos a esperar unos días haber como evoluciona; ahora se encuentra en casa de una compañera donde recibe todo el cariño y cuidados para su pronta recuperación.