Vivía en la calle pero hacía mucho frío y me refugié en un garaje. Pero no fuí la única, había otro gato conmigo, Simba. A los vecinos no les gustó y querían matarnos, nos tiraban cosas para golpearnos, como no lo consiguieron decidieron meter perros para cazarnos. Pero una chica se enteró de nuestra existencia y nos rescató.

Así llegué a Lara, donde estaba protegida y nadie podía hacerme daño. Pero llegué con mucho miedo, nadie podía tocarme ni acercarse a mi. Con el tiempo, paciencia y mucho cariño aprendí a confiar, y ahora soy una gatita muy cariñosa que pido mimos continuamente.

Ahora busco una casita para conocer el amor que puede darte una familia y un hogar definitivo.

¿Me ayudas a lograr mi deseo?

Contacto: adopciones@asociacionlara.org

691598283

Solo mayores de edad. Medidas de seguridad en ventanas para evitar escapes y caídas. Protocolo de protectoras (Visita pre adopcion al domicilio, contrato, chip, seguimiento tras adopción)