Durante varios días el pequeño Eneas pasó por una experiencia horrible de absoluto estrés que no queremos pensar qué hubiese pasado si su rescatador no lo hubiese recogido a tiempo. Nos llega un pequeño sucio, deshidratado, sin fuerzas, extenuado, después de estar varios días encerrado en un edificio sin acceso a agua y comida, perdido entre los sótanos de un laberíntico edificio.
Por suerte le cogió a tiempo y nos pidió ayuda. Inmediatamente le llevamos a nuestro veterinario de confianza donde a simple vista estaba bien aunque muy deshidratado. Tuvimos que ingresarle para asegurarnos que estuviese bien y ya disfruta del calor de una casa de acogida.
Actualmente se está recuperando y confiando de nuevo en el ser humano, por lo que pronto estará listo para encontrar una familia que le haga olvidar esta experiencia tan traumática. ¿Le curarás tú su corazoncito?