Oreo llegó al albergue junto a su mamá y sus hermanitos. Apenas tenían unos días de vida cuando los encontramos y han estado con nosotros hasta ahora.
Es sociable y cariñosa, además de tranquila. Parece que le gustan los perros, aunque se asusta un poco si se acercan rápido. Podría acostumbrarse a vivir con otros perros y con otros gatos sin problema.