Peeta ha nacido en un hogar junto a su hermana Katniss, y dos gatitos más, los cuales fueron adoptados antes de llegar aquí.
Son muy pequeños y los primeros días no querían comer solo, tuvimos que darles paté con jeringuilla hasta que aprendieron que tenían que valerse por ellos mismos.
Peeta es cariñoso y simpático, está acostumbrado a estar con la gente y ha convivido con perros, por lo que tampoco le da miedo.