Kika es una gatita de 11 años que se encontraba en una urbanización donde su alimentadora le daba de comer todos los días.
Un grupo de vecinos comenzó a increpar tanto a la alimentadora como a Kika amenazando con matarla si no dejaba de alimentarla.
Ante esta situación no quedó más remedio que buscar una casa de acogida temporal hasta que le salga un hogar definitivo.
Es una gatita muy cariñosa pero ha de vivir como hija única ya que con otros gatetes no es compatible.
Está esterilizada.
Muchas gracias.